En un sistema político totalitario, las relaciones entre el artista y el régimen son siempre extremadamente complejas y contradictorias. Si el artista se pone a sí mismo en contra del régimen, es puesto tras las rejas o simplemente asesinado. Si no expresa verbalmente su desacuerdo con los dogmas del sistema, no es molestado y se queda solo. (Dimitri) Shostakovich no deseaba pudrirse en la cárcel o en un cementerio, quería contarle a la gente, a través del poder de su arte, su dolor y su odio hacia el totalitarismo. Escribió todas sus partituras en un país soviético, fue reconocido y recibió premios, pero en su música siempre fue honesto y no tuvo concesiones.
Rodion Shchedrin, Moscú, noviembre de 1997
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