La belleza de la música de Mozart “…transmite una sensación de descubrimiento, revelando aquello que no hemos visto antes, y el elemento de sorpresa que se le suma al instante en el que se alcanza la comprensión, una expansión de la sensibilidad. El “oh!” en nuestra reacción a este tipo de belleza es el “¡oh!” de asombro, el descubrimiento de algo del más allá que no pensábamos que podría existir. Nos damos cuenta que hemos recibido en nosotros algo extraordinario que no vamos a dejar ir hasta que el silencio nos haya restaurado al mundo de todos los días. Es una belleza que surge de la construcción de las reglas, en lugar de ejemplificarlas; nos da cuenta de las cosas que nunca han sido nombradas, porque estas bellezas expresan los sentimientos sin nombre, los que son ilusorios, fundidos, ambivalentes, fantásticos.”
Maynard Solomon: Mozart, una vida
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